La enorme contribución de Cuba, sin duda, forma parte de sus esfuerzos por mejorar su estatus en el escenario mundial. Aún así, debe ser aplaudida e imitada.
El pánico que ha generado la epidemia alrededor del mundo no ha producido una respuesta adecuada por parte de las naciones que tienen la capacidad de contribuir. Aunque Estados Unidos y otros países han ofrecido su disposición a contribuir dinero, únicamente Cuba y unas pocas organizaciones no gubernamentales están proporcionando lo que se necesita con mayor urgencia: profesionales médicos dispuestos a atender pacientes.
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