La agencia de prensa estadounidense Associated Press ha desvelado algunas de las cifras de la financiación del gobierno estadounidense a organizaciones europeas anticastristas. Se trata de cifras millonarias gestionadas a través de la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy-NED), organismo creado por el gobierno de Ronald Reagan en 1983,
La NED entregó a la revista española Encuentro de la Cultura Cubana 771.000 dólares desde 1998 para la publicación de artículos de cubanos anticastristas, de ellos 200.000 fueron el pasado año. Encuentro se creo en España de la mano del periódico El País en el año 1995. Muchas de las informaciones de la revista son rebotadas posteriormente en el diario del grupo Prisa (ver 30 y 31 de julio 2003). Ambos medios coordinaron un manifiesto contra Cuba en abril del año 2003.
Otros 200.000 dólares fueron destinados a una agrupación checa que apoya el periodismo contrarrevolucionario en Cuba y que se llama “Gente Necesitada”.
La NED dio también 33.000 dólares a “Gente en Peligro” y a la “Fundación Ponéis”, dos organizaciones eslovacas que apoyan a investigadores cubanos.
En las dos últimas décadas, la fundación distribuyó casi 14 millones de dólares para apoyar programas que “promueven la democracia” en Cuba, muchos de ellos desde Estados Unidos y otros en Europa y Latinoamérica. Las sumas fueron creciendo y de los 110.000 dólares que distribuyó en 1986, se llegó a 2,4 millones de dólares el año pasado.
Se trata de la continuación del entramado cultural creado por Estados Unidos durante la guerra fría, tal y como revela Frances Stonor Saunders en su libro La CIA y la guerra fría cultural. De hecho ya durante los años 1953 a 197, la CIA financió la revista Encounter , de igual denominación que la española Encuentro .
Incluso desde un think tank teórico neoconservador y pro-norteamericano a ultranza como es la organización no gubernamental Diálogo Interamericano, con sede en Washington D.C., Daniel Ericsson ha reconocido a la agencia AP que estas campañas no han tenido un impacto demasiado visible dentro de Cuba, pero ayudan a sobrevivir a agrupaciones de países como la República Checa, Suecia y España, que pueden ejercer presión para modificar las políticas de sus gobiernos hacia la isla.
”Cuba está pasando a ser un tema más prominente en Europa oriental y en Escandinavia, donde en el pasado nadie reparaba en ese país», expresó Ericsson para defender las millonarias transferencias del gobierno de Estados Unidos a los grupos anticastristas europeos.
El Departamento de Estado norteamericano no ha dejado de defender su política de financiación del anticastrismo. Caleb McCarry, funcionario de este departamento y encargado de la transición de Cuba, dijo que es vital apoyar a esos grupos, especialmente en Europa oriental. De hecho es desde esos países donde se están conformando encuentros y reuniones internacionales de coordinación internacional contra Cuba.
Sin embargo, el grueso de los fondos gubernamentales asignados a programas anticastristas sigue siendo destinado a organizaciones de Estados Unidos, basadas principalmente en Miami y Washington, que recibieron más de 65 millones de dólares desde 1996. Estas agrupaciones generalmente tratan de asistir a personas y sectores opuestos al gobierno cubano, incluidos periodistas, "disidentes" y sus familias. También realizan estudios de lo que puede suceder sin la presencia de Fidel Castro.
Además de la NED, Estados Unidos recurre a su política de intervención con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El dinero de esta agencia está destinado a programas con alcance internacional. Las donaciones tienen como destinatorias casi exclusivamente a agrupaciones creadas o costeadas por organizaciones estadounidenses.
La "Coalición Internacional para los Derechos Humanos en Cuba", que dice tener afiliados en España, Suecia y Alemania, recibió 865.000 dólares entre 1986 y 1993, entregados a través de la Fundación Nacional Cubano-Norteamericana, de Miami. Esta organización es la que financió a Luis Posada Carriles, reclamado y fugado de la justicia por la voladura de un avión de Cubana de Aviación provocando la muerte de sus 73 pasajeros en 1976.
Una agrupación creada el año pasado en España, el "Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa", que dice tener filiales en Europa y América, ya ha recibido 213.000 dólares. Esta organización basa su actividad en hostigar y disuadir a las empresas europeas para que no inviertan en Cuba. Entre sus objetivos está tratar la “eventual responsabilidad jurídica de inversionistas y del gobierno de Cuba ante tribunales y otras instancias jurisdiccionales”.
Ultimamente la USAID también ha estado destinando fondos a iniciativas internacionales. Una de las agrupaciones que más dinero ha recibido es el "Directorio Democrático Cubano", al que le fueron asignados más de 6 millones de dólares por USAID y la NED.
El Directorio abrió filiales en México y Argentina, y tiene actividades en varios países de Latinoamérica y Europa. Su presupuesto para operaciones en el exterior subió de 200.000 dólares a casi 500.000 entre el 2004 y el 2005, según sus declaraciones al fisco. Hace poco promovió a golpe de talonario una protesta frente a la embajada de Cuba en Lima donde no llegó a reunir a un centenar de personas.
La Fundación Nacional para la Democracia se crea en un periodo en que no cesaban de salir a la luz escándalos de la CIA, lo que hacía necesario crear algún organismo de seductor nombre que asumiera de forma legal lo que mediante acciones encubiertas estaba resolviendo la CIA.
Así nace la NED con el fin de “apoyar instituciones democráticas en todo el mundo a través de esfuerzos privados, no gubernamentales”. Ya en su definición se encuentra la primera falsedad porque, como se puede comprobar en sus informes financieros anuales, hasta el último centavo proviene del gobierno federal estadounidense.
Ya The New York Times la definió de este modo el 31 de marzo de 1997: «la Nacional Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), fue creada hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Agencia Central de Inteligencia durante décadas, gasta 30 millones de dólares al año para apoyar partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios noticiosos en docenas de países…».
En su historial, la NED tiene la donación entre 1994 y 1996 de dos millones y medio de dólares al Instituto Americano de Desarrollo del Trabajo Libre (AIFLD), una organización usada por la CIA durante décadas para subvertir organizaciones sindicales progresistas en todo el mundo.
El analista William Blum revela en su libro El Estado agresor. La guerra de Washington contra el mundo , cómo la NED manipuló elecciones en Nicaragua en 1990 y en Mongolia en 1996, y “ha ayudado a derrocar a gobiernos electos democráticamente en Bulgaria en 1990 y Albania en 1991 y 1992”. En Haití, en los años 90, colaboró con grupos de derecha que combatían las políticas presidentes del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. Posteriormente, tanto la NED como la USAID, fueron acusadas de financiar el golpe de Estado que apartaría definitivamente del poder a Aristide. Allí fueron reclutados más de 600 activistas y líderes anti Aristide en los años 2002 y 2003, según revela la abogada Eva Golinger en su libro Bush versus Chávez .
Blum también recuerda que la NED “desempeñó un papel importante en el asunto Irán-Contra de lo años 80, financiando a componentes clandestinos de la red clandestina Proyecto Democracia de Oliver North, que privatizó la política exterior de Estados Unidos, libró guerras, traficó con armas y drogas, y se involucró en otras actividades igualmente encantadoras”.
La NED tuvo un protagonismo fundamental en la financiación y organización del golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela en abril del año 2002, tal y como ha documentado Eva Golinger en su libro Código Chávez . Operación que sigue todavía vigente, desde 2005 a 2007 la NED ha manejado tres millones de dólares para sus actividades en Venezuela, de ellos sólo el pasado año 107.200 dólares fueron para la organización Súmate, cuya presidenta formó parte del directorio que apoyó el golpe de Estado. Además, la USAID destinó otros 7’2 millones para la Oficina de Iniciativas para la Transición con sede en Caracas (“Bush versus Chávez”. Eva Golinger).
En cuanto al caso cubano, según el ex agente de la CIA, Philip Agee: «A principios de los años 80, se tomó la decisión de que se requería más que las operaciones terroristas para imponer un cambio de régimen en Cuba. El terrorismo no había funcionado, ni la invasión de Playa Girón, ni el aislamiento diplomático de Cuba que había disminuido de a poco, ni el embargo económico. Ahora Cuba sería incluida en un nuevo programa mundial para financiar y desarrollar organizaciones no gubernamentales y voluntarias, de lo que llegaría a ser conocido como la sociedad civil dentro del contexto de las políticas neoliberales globales de EE.UU. La CIA y la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) jugarían un rol crucial en este programa así como una nueva organización establecida en 1983: The National Endowment for Democracy (NED) (Fundación Nacional por la Democracia) » (1).
Sin embargo, algunos de esos fondos de los contribuyentes norteamericanos han tenido un destino peculiar. Una reciente auditoría del Congreso estadounidense que analizó 65 millones de dólares de gastos que hizo la USAID entre 1996 y 2005 desveló que sus destinatarios en Cuba lo gastaron en juegos informáticos, suéteres de cachemira, carne de cangrejo y chocolates. La Acción Democrática Cubana con sede en Miami gastó dinero en una sierra eléctrica, juegos de Nintendo y Sony PlayStations, bicicletas de montaña, abrigos de piel y chocolates Godiva, que según el grupo se enviaron a Cuba (2).
En cambio, los 771.000 dólares recibidos por la revista Encuentro le han servido para crear todo un entramado de presión cultural en España. No olvidemos que tiene más ingresos, por ejemplo 600.000 dólares de la Fundación Ford sólamente el año 2005 (3). Frances Stonor Saunders en su libro La CIA y la guerra fría cultural y el sociólogo estadounidense James Petras han documentado ampliamente la relación de la Fundación Frod con la CIA (4). Además, Encuentro ingresa otros 60.000 euros anuales de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Y todo para una revista que edita cuatro números al año. Ya, con motivo de una entrevista a los diez años del nacimiento de la revista Encuentro , la actual presidenta Annabelle Rodríguez explicaba en su web que la creación de la publicación fue un encargo de cargos españoles bien relacionados con Estados Unidos que comenzaron por darle 90.000 euros del erario público. Entre ellos, Inocencio Arias, que fue embajador en ese país y Javier Solana, ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno de Felipe González y posteriormente, como hombre de confianza de los norteamericanos, pasó a ser el secretario general de la OTAN (5).
Así se ha logrado que, su hasta el mes pasado codirector, Rafael Rojas haya logrado el premio Anagrama de ensayo con un libro contra Cuba. Rojas, ante las acusaciones de su financiación por la NED afirmó: «Si bien esta organización privada quizás hubiera apoyado algún tiempo las peores causas de América Latina, en la actualidad fomenta proyectos culturales y sociales» (1).
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=41472
(5) Al habla con Annabelle Rodríguez , presidenta de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana.
«’Encuentro’ creó un terremoto en Cuba»
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/entrevistas/articulos/encuentro-creo-un-terremoto-en-cuba/(gnews)/1150862400
Texto relacionado:
http://www.lajiribilla.cu/2002/n50_abril/1277_50.html