La irrupción de Vox ha generado una reacción de lo más simplista desde la izquierda: “Vamos a combatir el fascismo”. Me temo que es tan simplista como vacía e inútil. En el programa Salvados de Jordi Évole dedicado por compelto a Vox pudimos oír a los andaluces que los votaban: Gente sencilla, que le gustan los toros, que querían que las fronteras de España siguieran siendo las actuales, que aplauden y se sienten orgullosos de la policía nacional, la guardia civil y la legión, que están orgullosos de su religión, que creen que los emigrantes les quitan el trabajo y las prestaciones públicas y que están convencidos de que Franco no hizo las cosas mal. Incluso uno citó en inglés la frase “I Have a Dream”, de Luther King. ¿Están equivocados los votantes de Vox? Por supuesto. ¿Manejan información falsa? Evidentemente. ¿Su nivel cultura es deplorable? Pues claro.
Pero el verbo no es “combatir”, si los criminalizamos, insultamos, despreciamos, solo conseguiremos que se cierren en su mundo falso y equivocado. Si gritamos nuestro odio hacia ellos ya no podemos acusarles de ser ellos los que odian. Probablemente sus dirigentes son miserables, pero a esos votantes creo que debemos convencerles, explicarles, mostrarles las mentiras con las que les han engañado.