No sé si somos conscientes de la persecución a la que están sometidas algunas personas en Estados Unidos en lo que está siendo la mayor represión a la libertad de información en ese país. Si cualquier otra nación estuviese planteando cadena perpetua o pena de muerte para personas como Bradley Manning, Julian Assange, Jeremy Hammond o Edward Snowden no dudaríamos en condenarlo y no incluir a ese país entre los estados democráticos.
Sin embargo, Estados Unidos se lo puede permitir. Algunos países europeos y sus instituciones han expresado su preocupación por los contenidos difundidos pero no han condenado la criminalización y persecución de las personas que han ayudado a descubrir la verdad.