Fernando Simón se quedó sin palabras cuando en la rueda de prensa le preguntaron sobre algunos casos de demandantes de empleos que señalaban en su currículum, entre sus méritos, haber pasado el coronavirus y, por tanto, considerarse inmunizados. Hace unos días las redes sociales también se indignaron con un anuncio de oferta de empleo que establecía como condición haber pasado la enfermedad.
Es curioso que ahora nos escandalicemos con eso, cuando el propio sistema de economía privada se fundamenta en que hay una parte, el contratador, que elige a quien le da la gana y rechaza a quien considera. Es decir, la discriminación forma parte del ADN de nuestro capitalismo y de un sistema laboral en el que un excedente de trabajadores sin otro medio de subsistencia aspira a ser contratado por un empresario que tiene miles de candidatos donde elegir y escoge el que más «prestaciones» le ofrece.