Ya hace una semana que está en la calle el nuevo diario español Público y creo que podemos ir compartiendo nuestras impresiones al respecto. Aquí van las mías.
No quiero dejar de comenzar agradeciendo que hayan sacado de la clandestinidad a valiosas firmas, algunas de las cuales estaban proscritas o ignoradas en el panorama periodístico. Es el caso de Carlo Frabetti, Belén Gopegui, Amador Fernández-Sabater, Ignacio Ramonet, Isaac Rosa, Constantino Bértolo o Martha Zein. Y por supuesto incorporar a otras como Javier Ortiz y Manuel Saco. Muy brillante también la diaria “carta con respuesta” de Rafael Reig y la breve “Papelera de reciclaje”.
En cuanto a la distribución de las secciones, parece oportuno el número de páginas para Cultura y Ciencia y a mí personalmente me parecen excesivas la de Deportes, pero entiendo que no soy un referente para tener mucho en cuenta y que existe una demanda informativa a la que una empresa informativa no puede ser ajena.
Sí quiero decir que echo de menos más profundidad –y extensión- en algunos reportajes o artículos de opinión, es decir, que haya cada día más de un asunto que necesite más de dos mil caracteres para ser argumentado u opinado.
La sección de Mundo me parece pobre, lo que no puede ser de otra manera teniendo en cuenta su extensión en tan pocas páginas, y de nuevo me gustaría que en ella se pueda argumentar algo en más de los dos mil caracteres dichosos. Me temo que no hay ninguna solución que no pase por aumentar el número de páginas. Así como está creo que no aporta gran cosa.
En los temas nacionales, repartidos en varias secciones, celebro que las cuestiones republicanas no sean ningún tabú, observo que en el tema vasco se suman al pensamiento dominante –a excepción del siempre brillante Javier Ortiz- y hay que felicitar por el trabajo sobre el pasado –y presente- del juez García-Calvo publicado el domingo y el tema del poder judicial en general. Me pareció curioso que se diera el artículo noble de opinión a un diputado de Izquierda Unida el sábado, pero para escribir a favor de una medida del gobierno, la Ley de Memoria.
Y hablando de fines de semanas, podría ser un buen momento para sacar un suplemento que trate los temas con la profundidad que no se puede durante la semana. Aunque si va a ser un dominical del estilo del resto de la prensa: moda, gastronomía, gente, decoración y columnas de opinión fashion… mejor se lo ahorran.
Sobre su página web, aunque lenta en la incorporación de los textos de papel, es buena idea la inclusión de los comentarios de los lectores, pero compruebo que su buscador es deficiente, por ejemplo no aparecen los contenidos de los blogs. También sería conveniente que sus noticias se publicaran bajo alguna de las licencias Creative Commons que facilitaría su difusión mediante otros medios.
En conclusión, creo que Público ha llegado en un momento clave, en el que gran parte de la sociedad se siente asqueada del panorama periodístico y con un diario dominando el mercado que está cometiendo la estafa de presentarse como progresista. Esperamos que estén a la altura de las expectativas, ánimo y apoyo por parte de muchos de nosotros no les faltará. Presiones económicas, financieras y del poder para someterse a los dictados del mercado, tampoco.