El inicio de un nuevo año es un buen momento para plantearse proyectos de mejora y cambios para el año entrante. Pero quizá también pueda ser buena idea revisar los errores del año que queda atrás para intentar enmendarlos. Es lo que intentaré hacer en esta columna, repasar errores del 2021, porque lo de enmendarlos, como siempre sucede en los temas de medios de comunicación, no está en las manos de las audiencias y lectores. Pero al menos tomemos nota y que no nos pasen desapercibidos.
El pasado año comenzó con una gran defensa de la libertad de expresión por parte de la Asociación de Medios de Información (AMI), un cártel integrado por 80 cabeceras de prensa. La hicieron celebrando que el Tribunal Supremo les aceptaba el recurso que interpusieron contra el Real Decreto que limitaba drásticamente los anuncios de los operadores del juego y los patrocinios deportivos de las casas de apuestas. Y es que, según datos de la Dirección General de la Ordenación del Juego, estas casas de apuestas inyectaron en los medios durante 2018 170 millones de euros en publicidad, y en 2019 otros 183 millones. O sea, lo que para ellos es la libertad de expresión.